
Otro de los desfiles más esperados de la semana de la moda de Milán ha sido el de la casa de moda italiana Burberry. En un extraño ambiente con las paredes blancas y el suelo cubierto de montañas como de cristales hechos polvos, las modelos caminaban por una pasarela inexistente las propuestas de Burberry para la primavera-verano 2022. El sonido de los tacones chocando con el polvo del cristal se hacía eco por toda la sala, mientras que ellas caminaban como si nada entre las columnas hasta dar con una sala cuyas paredes estaban forradas de chaquetas en color beige de cuero. El sonido del tacón chocando contra el suelo mezclados con el viento, toma fuerza una vez cruzan dicha sala por el centro, dando paso a una nave llena de arcos y aparentemente abandonada, que más tarde se convertiría en una discoteca de gente bailando. Las modelos desfilaron por el centro de la gente que se movía sin parar.
Algo muy peculiar en esta puesta en escena ha sido lo que portaban algunas de las modelos en las orejas, ya que las hacían lucir como Dobby, el elfo doméstico de Harry Potter, con unas orejas gigantes de plástico que le caían entre el pelo.
Los estampados relucen en los trajes, muchos colores y animal print en vestidos cortos y sueltos. El estilo de los años 60-70 está muy presente ya que tiene ese espíritu libre y tendencia hippie que tanto caracteriza a esa época de la historia de la moda. Grandes lunares de colores, escotes pronunciados… ¡Una verdadera maravilla!
De las cosas que más destacamos serían las gabardinas con el mítico color camel de Burberry, todo un acierto ya que estamos ante el año de las gabardinas sin duda alguna. Sin embargo, este complemento tan útil se ha visto reconstruido con la marca: tienen deconstrucciones en la gran mayoría de ellas, les falta la parte de atrás o tienen un corte transversal en la espalda.
Todo lo que recordamos del Burberry clásico ha desaparecido por completo, Las combinaciones atrevidas, los estampados de animales, los colores negros también están ahí dando un toque elegante y atrevido. La sastrería ha tomado un papel muy importante en las pasarelas que estamos viendo últimamente, lo estamos hablando muchísimo; los típicos trajes completos que han sido de hombre toda la vida, se están adaptando de forma que sientan fenomenal a las mujeres.
Ha sido un desfile bastante extravagante, moderno y adaptado a los cambios que se puedan suceder en estos años tan convulsos que estamos viviendo. A mi, personalmente, me ha gustado bastante la impresión que da la presentación de la colección.